domingo, 28 de agosto de 2011

EL TIEMPO DEL NO-TIEMPO


LLEGÓ EL TIEMPO DE LA NEUTRALIDAD.
Para evaluar lo que hemos construido, corregir los errores cometidos y decidir el rumbo para los siguientes 13.000 años del Gran Ciclo Cósmico.


El Sistema Solar se encuentra en el punto intermedio del Gran Ciclo Cósmico de 26.000 años. El corto período de intensa transformación que los mayas llamaron “El Tiempo del No-Tiempo”. Un ”Momento Evolutivo” que, como veremos, tiene unas características especiales para generar estados de neutralidad en los seres humanos. Sólo la neutralidad nos permite evaluar con imparcialidad lo que hemos construido en nuestras vidas y en la manera como hemos organizado nuestra sociedad. Es así como podemos corregir los errores cometidos a nivel individual y colectivo, encontrar falsas creencias que fundamentan las decisiones equivocadas que nos producen los estados mentales negativos, el conflicto y el sufrimiento que nos impiden alcanzar la paz interior y la felicidad. Este proceso, que de acuerdo con los mayas forma parte de un Plan Superior que ordena la realidad, busca generar cambios de estado en el interior de los hombres. Cuando muchos individuos cambian, se produce una transformación de la mente colectiva que genera profundas modificaciones en la sociedad. Esto permite que surja un orden más armónico, equilibrado y solidario.




“El Tiempo del No-Tiempo” es el punto de transición del Gran Ciclo Cósmico. Sucede para que definamos deliberadamente el rumbo de la humanidad en los siguientes 13.000 años. Sin embargo, no es fácil que el hombre haga una evaluación de su vida. El ritmo de los tiempos, las preocupaciones habituales de la ”lucha por sobrevivir” y el materialismo reinante hacen que el ojo de nuestra mente permanezca enfocado hacia el exterior. Más difícil aún es lograr que dejemos de engañarnos a nosotros mismos o que tengamos la claridad suficiente para hacer una evaluación imparcial de lo que hemos vivido.


Parte esencial de “El Tiempo del No-Tiempo” son los Eventos de Destino




Es por esto que en “El Tiempo del No-Tiempo” ocurren muchos Eventos de Destino. Situaciones difíciles e inesperadas que alteran profundamente el orden existente en nuestras vidas. Eventos que conducen a que nos saturemos de sufrimiento, que acercan la muerte a nuestras vidas. Sólo algo tan conmovedor como la presencia cercana de la muerte -así sea través de las noticias en los medios de comunicación- nos induce a hacer un alto en el camino. También nos detiene y nos hace reflexionar un Evento de Destino personal que rebosa la copa de nuestro sufrimiento, nos hace tocar fondo y decidir que, pase lo que pase, ya no queremos sufrir más.



Los Eventos de Destino potencian una evaluación imparcial de nuestra vida


Es en ese momento especial cuando hacemos un análisis imparcial de nuestra vida para encontrar las causas de nuestro sufrimiento. Vemos claramente los errores cometidos, identificamos nuestras falsas creencias, las decisiones y las conductas equivocadas que trajeronoscuridad a nuestra vida. Es en ese Momento Evolutivo cuando vemos claramente lo que es verdad, la manera como debemos actuar para mantener nuestra vida en armonía. La flexibilidad, la tolerancia, la humildad, la incondicionalidad, el respeto y la neutralidad que son las cualidades esenciales del amor.


Nuestra consciencia entra en crisis, se descartan las falsas creencias que logramos identificar y nos comprometemos con nosotros mismosa corregir nuestra conducta y a resolver lo que no funciona en nuestra vida. Es de esta manera como se produce la evolución de nuestra consciencia y el proceso de perfeccionamiento de todos los seres humanos.


Los Eventos de Destino son generados por la naturaleza o por lo que no funciona en nuestra vida.


En “El Tiempo del No-Tiempo” el Sol, activado por un pulso de energía emanado desde el centro de la galaxia, impulsa fuertes cambios en la naturaleza que generan todo tipo de Eventos de Destino sobre la Tierra. En este capítulo examinaremos cómo y por qué en estos tiempos una cascada de situaciones han intensificado los terremotos, los tsunamis, los huracanes, las pandemias y los cambios climáticos extremos. Situaciones que no suceden por casualidad, son catalizadores de cambio. Simultáneamente a lo que produce la naturaleza, se amplifica lo negativo que hay en nuestras vidas y aquello que no funciona en nuestra sociedad. Se resalta lo que produce conflicto, terrorismo, guerra, desequilibrio social, insatisfacción religiosa y desorden económico para que nos enfoquemos en corregirlo.



Otras variables también catalizan el cambio: Mucha gente, total libertad, gran interacción, alta energía, torrentes de información y de nuevas tecnologías.


El Momento Evolutivo tiene otras características adicionales para que el cambio sea rápido e intenso. Hay muchísima gente en este momento sobre la Tierra, con un nivel de libertad sin precedentes en los pasados 13.000 años. Esto hace que la interacción sea muy intensa, que todo el mundo pueda probar rápidamente, al relacionarse con los demás, los resultados que producen sus falsas creencias. Vivimos en una Babel de egos, donde todos creemos tener la razón.


La información y las innovaciones tecnológicas están cambiando nuestra mente
Otros dos factores adicionales de esta mezcla explosiva de “El Tiempo del No-Tiempo” son la tecnología y la información. Un aumento sin precedentes de información sin velos, ni censuras, a la que todos podemos acceder inmediatamente, nos está generando nuevas prioridades. También está cambiando nuestra manera de pensar y de percibir la realidad y generando la aparición de nuevos valores en conflicto con los establecidos, lo que a su vez contribuye a cambiar el orden existente.


Por otro lado, las redes sociales por internet, los celulares inteligentes y los computadores han facilitado las comunicaciones, uniendo a los seres humanos. Esta interconexión trasciende los límites entre los países, lo que ha ampliado y acelerado los trabajos transnacionales en equipo, permitiendo la aparición de grupos de personas alrededor del mundo con intereses comunes que comparten sus conocimientos. Está apareciendo un cerebro global con una memoria común que está transformando el planeta en una sola aldea. El experimento de la Unión Europea con su moneda, sus leyes comunes y la desaparición de las fronteras entre los países que la conforman, se está convirtiendo en un ejemplo que se busca replicar en distintas partes. Esto está generando cambios geopolíticos y gran tensión en instituciones que propenden al nacionalismo y la separación.

La tecnología ha ampliado el rango de nuestra percepción. Telescopios y estaciones de observación en el espacio, por un lado; y poderosos microscopios, aceleradores de partículas y escáners supersensibles, por el otro, han ampliado las fronteras de nuestro conocimiento. La teoría de la relatividad ha permitido que comencemos a considerar que el tiempo y el espacio dependen de nuestra consciencia. La física cuántica está causando una revolución aún mayor, al hacernos ver que la realidad entera depende de nuestra mente, que la materia es el resultado del pensamiento.


La suma de estos factores potencia el que la sociedad identifique y elimine muchas falsas creencias comunes a la mayoría de los hombres, que nos generan caos, conflicto y sufrimiento. Estamos viviendo un momento perfecto para transformar nuestra sociedad, para cambiar el orden existente y generar otro más armónico. Un Nuevo Orden que fundamente una Era Dorada que perdure por 13.000 años.


Experimentamos un corto período de intenso cambio, generado por un aumento en la radiación del Sol, que está afectando a todos los planetas del Sistema Solar.

Vivimos en una galaxia espiral a la cual llamamos la Vía Láctea. Los mayas la veían como un sistema de astros ordenados jerárquicamente que se mueven en giros concatenados, mientras orbitan alrededor de su centro, donde creían se encontraba el palpitante corazón de Hun’ab-K’uh. Así llamaban al vasto organismo, a la manifestación de vida infinita, que contiene todo lo que existe. El grandioso ser vivo que nosotros llamamos Universo.


La ciencia actual afirma que en el centro de la galaxia se encuentra el 5% de la masa de todas las estrellas que ésta contiene. Se trata de una esfera un millón de veces más grande que nuestro Sol y tres millones de veces más densa, por lo que tiene una enorme fuerza gravitacional que aglutina a su alrededor y mantiene en movimiento a millones de estrellas. Se la llama Sagittarius A* y se encuentra a 26.000 años luz de distancia de nuestro Sol, que da un giro a su alrededor en 260’000.000 de años, a una velocidad aproximada de 260 km por segundo. Lo cual significa que cualquier acontecimiento que observemos en ese lugar, realmente ocurrió hace 26.000 años. Desde que nuestro Sol nació, hace 4,57 billones de años, ha orbitado el centro de la galaxia 26 veces. La ciencia aún no tiene información suficiente para saber con precisión qué sucede en el centro de la galaxia. Tan solo se ha confirmado que Sagittarius A* emana un flujo constante ondas de radio de muy baja frecuencia vibratoria y que pulsa periódicamente ondas de alta energía.


El centro de la galaxia pulsa periódicamente ondas de alta energía que afectan al Sol e impulsan nubes de polvo cósmico hacia el Sistema Solar.

En muestras de hielo extraídas en la Antártida y en los anillos de árboles milenarios se han encontrado indicios que nos confirman que el centro de la galaxia ha pulsado periódicamente ondas de alta energía (rayos gamma, rayos ultravioleta y rayos Xx). Potentes portadores de energía que inducen a nuestro Sol a aumentar su actividad y su radiación hacia la Tierra. Estas ondas de alta energía también empujan hacia el Sistema Solar el polvo cósmico que se encuentra en el espacio interestelar. Se han fotografiado nubes de gas y polvo cósmico a distintas distancias radiales del centro de la galaxia. Esto también confirma las emisiones periódicas de alta energía que han impulsado ese gas y ese polvo cósmico hacia la Tierra.


La sonda Ulysses de la Agencia Espacial Europea, que orbita al Sol, detectó que la cantidad de partículas de polvo cósmico que llegan al Sistema Solar provenientes del espacio exterior se triplicó. Las sondas satelitales Voyager I y II también le permitieron a la Nasa confirmar que una gran nube de polvo cósmico que parece provenir del centro de la galaxia está llegando al Sistema Solar. En el capítulo sobre la Atlántida veremos que eso mismo, pero mucho más intenso, sucedió hace 13.000 años y causó el derretimiento del manto de hielo que en ese momento cubría el planeta, generando el Diluvio Universal.


Datos de varios satélites confirman que desde 1992 todos los planetas del Sistema Solar comenzaron a experimentar un notable aumento en su temperatura.


En la reciente Cumbre Climática de Copenhague muchos científicos concordaron en que el incremento general de temperatura en la Tierra se debe primordialmente a un aumento en la intensidad de radiación del Sol.


Todo el Sistema Solar se está calentando. Datos enviados por la sonda Odyssey a la Nasa confirman un considerable aumento en la temperatura global de Marte, que ha ocasionado que los glaciares en sus polos hayan disminuido en un 40%. El doctor Habibullo Abdussamatov, del Observatorio Astronómico Pulkovo en San Petersburgo, director de la Agencia Espacial Rusa, también lo confirma. Explica que el calentamiento está ocurriendo en todos los Planetas del Sistema Solar y lo atribuye al aumento de irradiación del Sol. Afirma incluso que es este fenómeno la principal causa del aumento de temperatura en la Tierra.


Datos del satélite Venus Express de la Agencia Espacial Europea también corroboran que en Venus están ocurriendo cambios de clima globales. Nubes de óxido nítrico luminiscentes generadas por el incremento de su temperatura, han aumentado el brillo del planeta.


Investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) revelaron que la temperatura global de Tritón, la luna más grande de Neptuno, también ha aumentado. Imágenes del telescopio espacial Hubble confirman que el nitrógeno en su superficie se está descongelando y convirtiéndose en gas, lo que ha densificado su atmósfera.

Plutón, el que fuera el noveno, el más pequeño y el más alejado de todos los planetas, ha duplicado su presión atmosférica en 14 años, lo que es una indicación de que su temperatura también ha aumentado de manera similar. Imágenes del Hubble también muestran que el nitrógeno congelado en su superficie, al igual que en Tritón, se está transformando en gas.


Investigadores de la Universidad de California, en Berkeley, confirmaron que la temperatura en Júpiter se ha elevado 12 grados centígrados. Este cambio ha desatado gigantescas tormentas que, a partir de 1998, han comenzado a generar una nueva y gigantesca mancha roja en la atmósfera del planeta.


El Sol tiene el poder para generar Eventos de Destino a escala planetaria, con la capacidad inclusive de destruir la vida sobre la Tierra



Los mayas llamaron Kin’ich Ahaw a nuestro Sol, al que veían como una entidad viva, cabeza de un sistema jerárquico conectado a la totalidad del universo. Creían que aumentaba su actividad, en respuesta a las ondas de energía sutil provenientes de la mente de Hun’ab K’uh en el centro del universo y al flujo periódico de alta energía que irradia su corazón en el centro de la galaxia. Según ellos, son estos pulsos periódicos los que constituyen lo que llamamos el Gran Ciclo Cósmico.


Realmente es bien poco lo que conocemos sobre el Sol. La ciencia registra su actividad hace muy poco tiempo. Basamos la norma de su comportamiento en mediciones de apenas 253 años en la vida de un astro de 4,5 billones de años. Nuestro Sol es una gigantesca esfera de gas hirviente con una temperatura de 6.000 grados centígrados en su superficie, que tiene el 99,8% de la masa de todo el Sistema Solar. Su núcleo permanece a una temperatura de 1,5 millones de grados centígrados. Funciona como un “horno” que mantiene una reacción termonuclear continua que fusiona núcleos de hidrógeno, para producir elementos más pesados, el primero de los cuales es el helio.

El Sol es un horno termonuclear que irradia energía electromagnética y rayos cósmicos.

Esta fusión termonuclear libera energía a través de dos formas de radiación: un flujo continuo de fotones y un flujo continuo de rayos cósmicos solares. Los fotones son partículas, que cargan en su interior ondas de energía electromagnética que oscila en una amplia gama de frecuencias vibratorias: El 50% es luz infrarroja, lacual sentimos como calor. El 40% es luz visible. El 2% son rayos gamma y rayos X, que oscilan a la frecuencia más alta, por lo que tienen la mayor energía. El 6% es luz ultravioleta y el 2% restante son ondas de radio. La atmósfera, que actúa como un escudo protector equivalente a una capa de concreto de 3 metros de espesor, bloquea la mayor parte de esa radiación fotónica; todos los rayos X y los rayos gamma, casi toda la luz ultravioleta y una parte de la luz visible y de la luz infrarroja. Mientras que casi todos los fotones que llevan ondas de radio llegan a la superficie de la Tierra.



El nivel de la irradiación del Sol no es constante. Aumenta y disminuye periódicamente en ciclos de once años debido a la aparición de manchas solares.


Sobre la brillante superficie del Sol aparecen y desaparecen manchas oscuras irregulares. Son oscuras porque tienen menor temperatura que el área que las rodea. Alrededor de estas manchas también se aprecian vórtices similares a los de los huracanes, que a veces producen explosiones violentas. Estallidos de plasma de hidrogeno y de helio hirviente, que emiten una enorme cantidad de energía, rayos gamma, rayos X, rayos ultravioleta, y rayos cósmicos. Éstos pueden llegar en 15 minutos a la magnetosfera, que es elcampo magnético protector de laTierra, agitándolo y produciendo lo que se conoce como tormentas magnéticas.


Se han registrado 23 ciclos de actividad de 11 años, desde cuando éstos comenzaron a medirse en 1610. Hoy estamos comenzando el ciclo 24, que alcanzará su punto máximo de manchas solares en el año 2012. Los Ciclos Solares 21 a 23, entre 1980 y 2008, han sido de los que más manchas solares y más intensas tormentas magnéticas han tenido en 253 años de registros. La cantidad de manchas y de explosiones solares se ha triplicado. De 30 manchas en promedio por año que había entre 1600 y 1900, se pasó a 60 entre 1900 y 1944. Promedio que ahora está en 90 manchas por año. El 4 de noviembre de 2003 ocurrió la explosión solar más grande jamás registrada, la gigante mancha solar 486, que produjo un bloqueo de 11 minutos en todas las radiocomunicaciones del planeta. La explosión saturó los detectores de rayos X a bordo de los satélites GOES.



El Sol también ha tenido un incremento de puntos brillantes llamados fáculas, regiones mucho más luminosas que aumentan sensiblemente su radiación


Las fáculas (del latin faculae = luces pequeñas) son regiones de puntos muy intensos, varias veces más brillantes que las áreas que las rodean, porque tienen mayor temperatura y frecuencia vibratoria. Las fáculas, que pueden llegar a ocupar hasta el 30% del disco solar, han incrementado sensiblemente la radiación del Sol. La reacción termonuclear, además de la radiación electromagnética contenida en los fotones, también irradia partículas de hidrógeno y de helio que portan una carga eléctrica positiva, o una carga eléctrica negativa, que llamamos rayos cósmicos solares. A este flujo continuo de rayos cósmicos solares lo llamamos viento solar. Es un potente conductor de energía, por lo que puede causar daño a los satélites y a los astronautas en órbita.


El viento solar casi nunca llega a la superficie de la Tierra porque choca con átomos de nitrógeno y oxígeno, que se encuentran en la ionosfera, que es como la piel de la atmósfera y la que recibe directamente la energía del Sol. Al chocar, el viento solar transmite su carga de energía a la ionosfera, que almacena una enorme carga eléctrica. Esto genera una diferencia de potencial entre ésta y la corteza terrestre. Normalmente el equilibrio se restablece con los rayos y centellas de las tormentas eléctricas, que transfieren esta energía a la corteza terrestre.



Otra evidencia del aumento en la irradiación del Sol es que la ionosfera se está sobrecargando eléctricamente.


Las tormentas eléctricas alrededor del planeta han aumentado. De 100 rayos por segundo q ue caían antes de 1992, a 1.000 rayos por segundo que caen hoy día. Este fenómeno impulsa además a los electrones en la atmósfera a oscilar en una frecuencia extremadamente baja, conocida como la Frecuencia de Resonancia Schumann. Parecía una constante porque durante los últimos 2.000 años ésta había oscilado invariablemente a 8 ciclos por segundo. De hecho, era tan constante que tanto rusos como norteamericanos la utilizaban para transmitir mensajes a sus submarinos nucleares, sin que éstos tuvieran que salir a la superficie para recibirlos, con el riesgo de ser detectados.




A partir de 1992, la frecuencia residente en nuestra atmósfera comenzó a elevarse


Sin embargo, a partir de 1992, coincidiendo con el aumento en la irradiación del Sol, su frecuencia de oscilación comenzó a elevarse, pasando de los 8 ciclos por segundo a 12,9 ciclos por segundo hoy. Se espera que se estabilice alrededor del año 2012 en 13 ciclos por segundo. Número que forma parte de la Progresión Matemática Sagrada conocida como Fibonacci que, como veremos, es la que está ordenando y sincronizando todos los cambios del Gran Ciclo Cósmico. Esto quiere decir que la energía en la atmósfera, que es nuestro campo vital, ha incrementado su frecuencia. Y, entre más energía tiene un campo, mayor capacidad para almacenar información posee.



El aumento de la energía en la atmósfera nos ayuda a ser más receptivos, alertas y conscientes
Debemos también considerar que, dependiendo de nuestro estado mental, las neuronas de nuestro cerebro pulsan entre 0 y 90 ciclos por segundo, en el mismo campo vital donde la frecuencia residente aumentó a 13 ciclos por segundo. Esto nos ayuda a ser más receptivos, alertas y conscientes. Las energías del universo nos están facilitando la claridad mental. Además, este aumento de la energía y de la frecuencia vibratoria en la Tierra dificulta los estados mentales de baja frecuencia vibratoria. La vergüenza, la culpa, la apatía, la pena, el odio y el miedo no logran mantener su existencia en medio de la alta energía que comienza a circundarlos. Las mentes habituadas a estos estados mentales negativos atraen los Eventos de Destino, que los impulsan a cambiar para elevar su frecuencia vibratoria y su energía vital.



El aumento en la irradiación del Sol ha causado un incremento en la temperatura media de la Tierra


Según el Goddard Institute for Space Studies, la temperatura media de la Tierra, que había permanecido sin mayores variaciones durante los últimos 2.000 años, comenzó a elevarse rápidamente partir de 1987 sincrónicamente con el aumento en la irradiación del Sol, hasta aumentar en aproximadamente 0,8ºC.




Los polos y los glaciares se están derritiendo rápidamente


Un aumento de temperatura lo suficientemente severo como para que la capa de hielo del Polo Norte se esté derritiendo rápidamente y grandes bloques de hielo del Polo Sur se hayan desprendido. En todo el planeta los glaciares se derriten. El Himalaya, de donde deriva su agua potable la tercera parte de la población mundial, se derrite. Esta misma situación se repite alrededor del planeta, amenazando el agua potable de millones de personas. El volumen de agua de todo este deshielo está alterando la salinidad y la temperatura de los océanos, generando un cambio de clima global.




La actividad sísmica se ha incrementado en un 400% desde 1973



El aumento en las manchas y explosiones solares en los picos de actividad del Sol cada 11 años, irradia olas de energía que golpean y desplazan el campo magnético, la ionosfera y la atmósfera del planeta. Estos ondas tensionan las placas tectónicas, lo que ha producido un incremento de un 400% en los terremotos desde

1973.


La actividad volcánica se ha incrementado en un 500% desde 1875

Los movimientos de las placas tectónicas también tensionan el magma hirviente bajo la corteza terrestre. Esto ha generado entre 1875 y 1990 un aumento del 500% en las explosiones volcánicas.


Los cambios de temperatura también han aumentado la intensidad de los huracanes y los tornados.


En 2005 se registraron los más intensos de la historia. El huracán Katrina en septiembre fue el sexto más fuerte


de los registros históricos (902 mb-240 Km/hora). El huracán Rita, también en septiembre, fue el cuarto mas fuerte (897 mb. 240 Km/hora) y el huracán Wilma, en octubre, que fue el más fuerte de la historia. (882 mb.240 Km/hora)


El aumento de temperatura incrementa la virulencia de los virus

Estudios científicos han encontrado que los virus y bacterias tienen gran sensibilidad a los aumentos de temperatura, en muchos casos aumentan su virulencia y se producen transferencias de los organismos animales al sistema humano, para los cuales no ha construido defensas. Una vez en el organismo humano, se propagan rápidamente a todas partes del mundo a través de viajes y de sistemas de transporte. Hay una gran probabilidad de manifestación de epidemias globales. El Ebola, la gripe aviar y nuevos virus amenazan a la humanidad entera. Un ejemplo de ello se experimentó c


on el Virus AH1N1, que migró de los cerdos a los humanos. Además, la población más expuesta nuevamente es la que tiene bajos niveles de energía vital, por permanecer en pensamiento negativo y depresión, su estado hace que todo tipo de depredadores los ataquen.


El Sol y las fuerzas del universo no son los únicos factores de cambio. También las falsas creencias, que determinan decisiones equivocadas, son generadoras de Eventos de Destino


Según los mayas, en “El Tiempo del No-Tiempo” entramos al Gran Salón de los Espejos. Para que, al examinarnos a nosotros mismos, al evaluar imparcialmente lo que hemos construido, cambiemos lo que no funciona. Para que erradiquemos las falsas creencias que fundamentan decisiones que sólo nos producen sufrimiento. Para que podamos generar un Nuevo Orden, una época dorada en que todos los hombres nos integremos a los eventos del Cosmos como una sola conciencia.



El Tiempo del No-Tiempo” sucede para que desechemos nuestras falsas creencias


Es nuestro pensamiento el que atrae hacia nosotros una realidad de sufrimiento o de armonía y son nuestras creencias las que determinan nuestra manera de pensar. Muchas de ellas son falsas porque que nos llenan de sentimientos negativos, nos hacen pensar que somos víctimas inocentes. Al sentirnos víctimas, perdemos nuestra confianza y nuestro poder y se los entregamos a nuestro victimario. Nos resignamos a una vida desdichada cuando, para transformar nuestra realidad, sólo necesitamos identificar y suprimir esas creencias falsas que nos impiden alcanzar la felicidad. Necesitamos dejar de creernos víctimas de los demás, del orden social existente o de Dios. Tampoco existe la mala suerte, porque todos tenemos el poder para atraer la abundancia y la dicha a nuestra vida. Es el momento preciso para desechar los sentimientos negativos que nos mantienen sumidos en la depresión y en la desesperanza. Para limpiarnos de vergüenzas, culpas, tristezas, odios y miedos que nos impiden vivir un presente pleno de bienestar.



Las falsas creencias sobre la felicidad son la fuente más importante de desequilibrio, conflicto y sufrimiento en nuestra sociedad


Nos hemos convencido de que la felicidad se encuentra afuera, que nuestra paz interior depende de lo que sucede en el mundo exterior. Que para ser felices necesitamos tener poder y control sobre los demás, acumular dinero y coleccionar posesiones materiales. Llegamos a creer que nuestra felicidad está en controlar a los demás, en decidir cómo deben vivir nuestros seres queridos y en imponerles nuestro punto de vista cuando no están de acuerdo. Somos felices mientras ellos vivan como nosotros queremos, mientras todo se ajuste a nuestro punto de vista sobre la realidad. También creemos que la felicidad está en tener acceso a experiencias que nos producen placer o satisfacción de los sentidos, en la posesión de objetos, información o dinero. Nuestra sociedad se volvió materialista, nuestra vida se convirtió en un negocio, le pusimos precio a todo y acabamos convencidos de que todo se puede comprar. Convertimos la acumulación de dinero en una meta, evaluamos a los hombres por su riqueza. Transformamos el dinero en el único medio para ser felices, para subir o bajar en la escala de los placeres, las satisfacciones, las comodidades y las clases sociales. No importan los medios que se tengan que utilizar para conseguirlo. Estas falsas creencias despertaron una codicia generalizada.



Una minoría cada vez más pequeña, vive cada vez mejor, y una mayoría cada vez más grande, vive cada vez peor

Permitimos que el dinero dividiera y separara a nuestra sociedad en clases muy desequilibradas. El 50% del dinero del mundo y casi todos los recursos naturales están en manos del 2% de la población. Las industrias de esa minoría contaminan la naturaleza, que es de todos, con sus desechos. Emplean una enorme población con salarios que apenas permiten sobrevivir. El 25% de la población del planeta, 2.000 millones de personas, sobrevive con menos de cuatro mil pesos al día, mientras ven con envidia por televisión la calidad de vida que tienen los ricos y famosos. Todo esto genera sufrimiento y una enorme carga negativa en el pensamiento colectivo, la mayoría permanece en la rabia o en el odio, en la inseguridad o en el miedo, en la desesperanza o en la resignación.



Nueva información nos conduce a la duda y a revaluar nuestras creencias.


Un torrente de información nos ha permitido repensar y encontrar los puntos débiles en muchas de las historias que nos contaron. Comenzamos a comprender que los conceptos y pensamientos que mantenemos en la mente son los que manifiestan nuestra realidad. Si son mezquinos, dogmáticos y pesimistas, así será nuestra vida. Ya no queremos creer en un Dios colérico, cruel y distante que, por un error al que llamamos pecado, nos impone un castigo eterno, totalmente desproporcionad


o con la falta cometida. Un Dios que se dice misericordioso, pero que nos puede mantener indefinidamente en un infierno de sufrimiento, sin compadecerse nunca de nosotros. Dudamos que el sacrificio y el sufrimiento nos hagan especiales y dignos de su gracia, o que debamos colocar la felicidad de los demás antes que la nuestra. Estamos descubriendo cuál es el verdadero significado de conciencia: La comprensión que hemos acumulado sobre la esencia del amor. No una voz represiva, que nos critica constantemente, que nos dice cómo debemos actuar, haciendo siempre lo que los demás quieren que hagamos, para ser “buenos”.


Estamos descubriendo que la realidad que hemos construido no es sustentable, que está basada en muchas falsas creencias que nos generan sufrimiento. Es el tiempo para identificarlas, suprimirlas y corregir nuestra conducta. Si hacemos esto masivamente, con seguridad transformaremos nuestra manera de relacionarnos con Dios, con la sociedad y con el trabajo. Experimentamos una crisis planetaria. Nuestra estructura social se está volviendo obsoleta. El orden al que estamos habituados se está desestabilizando. Las instituciones tradicionales se resisten al cambio, convirtiéndose en organizaciones caducas, que al no estar sincronizadas con el presente, tenderán a desaparecer.


Nada sucede por casualidad y todo lo que sucede es perfecto

Comenzamos a comprender que lo que paa en la realidad es el resultado del consenso colectivo. Que atraemos a nuestra vida las personas y las circunstancias que necesitamos para aprender. Esto es lo que llamamos sincronicidades, que son relaciones y eventos establecidos y enlazados por la consciencia colectiva para que todos los involucrados aprendamos. “El Tiempo del No-Tiempo” está haciendo que las semillas de lo sagrado germinen en nuestro interior, para dar lugar a una Nueva Era. Una era donde predomine lo espiritual sobre lo material, un futuro que no resulte de nuestros miedos, sino de nuestros ideales y aspiraciones más altas. De la unión entre la energía, la información, la conciencia superior y la alta tecnología. Realmente vivimos un momento de cambio rápido e intenso. La profecía maya sobre la llegada de un ”Momento Evolutivo” sin precedentes en 13.000 años de historia, está resultando cierta.


Volver los ojos al pasado, compartir el conocimiento y la sabiduría acumulados de los que demostraron tenerlos, nos permite entender mejor nuestro presente. Es la información de sabiduría la que nos puede ayudar en este proceso y nunca antes habíamos tenido tanta libertad para expresarla, ni tantos medios para divulgarla. No es casualidad que eso esté sucediendo en este “Tiempo del No-Tiempo”, porque todo lo que sucede es perfecto para potenciar nuestra consciencia a dar un gran salto evolutivo.


El mensaje maya contiene información sobre el orden del Universo. Para entenderlo y validarlo necesitamos devolvernos al comienzo de este Gran Ciclo Cósmico. Al momento en que el Diluvio Universal puso punto final a la pasada civilización atlante.